domingo, 13 de febrero de 2011

Rapé

Una frase dicha hace unos cien años por mi profesor de derecho civil se me ha aparecido en sueños; surgió de repente, en mitad de una escena de azoteas y muebles desbaratados, y ahí se quedó flotando como una mancha verbal. La frase era (pronúnciese lentamente): El rapé es el tabaco del futuro. El rapé, el tabaco del futuro... Estuve toda la noche dándole vueltas a la frasecita. Ya me veía en el estanco pidiéndole a la dependienta -con ese tono que usamos en la farmacia para pedir ciertos artículos- una cajita de rapé, si es que el rapé se vende en cajitas, si es que todavía se vende rapé en los estancos; ya me veía esnifando rapé, desenvuelto y sin complejos, tal y como había visto hacer en la facultad al profesor G. (dandi jesuita) en tantas ocasiones. Porque llegué a convencerme de que, en efecto, el rapé es el tabaco del futuro, el tabaco sin humo que nos conviene. Y muy torpe, muy desagradecido sería yo si desoyera la advertencia que en sueños se ha tomado la molestia de hacerme un ilustre catedrático.

2 comentarios:

Jordi dijo...

Yo creo que no podría dejar de estornudar continuamente. En los locales me invitarían a salir a la calle a estornudar. Así que no veo mucho diferencia entre el tabaco y el rapé.

C. B. dijo...

Pero hay que probar el rapé.